La Belleza Interior

La ropa, los cosmeticos, complementos y perfumes, creemos que nos ayudan a tener un aspecto físico agradable. Estamos acostumbrados a admirar a la gente por su belleza exterior. El vestido que llevan, su dinero, sus coches, joyas... y no nos preocupamos realmente de lo auténtico; la belleza interior. Hoy en dia estar guapos es mucho más importante que culturizarse y que enterarse de lo que pasa en el mundo. ¿Lo físico, claramente, gana sobre lo psíquico, lo cultural y lo intelectual?. La mayoría de las personas no son más que bonitos envoltorios musculados más vacíos que las figuritas del todo a cien que se exhiben en un escaparate, nos quejamos de que la gente sea tan superficial, pero no nos damos cuenta de que la gente somos nosotros. Somos personas, no somos objetos.

Es para muchos un placer recrearse con los colores, los olores de los perfumes y los estilos de la ropa y peinado. Es decir, cuando la atención se esmera solamente en lo físico y se deja a un lado la belleza interior, podemos encontrarnos con que, por más que nos arreglemos y pongamos todas las flores encima, nos sentiremos inseguros, poco amados y aceptados.
Sólo cuando una persona es feliz se encuentra bien consigo misma, con su cuerpo, con su trabajo, con la familia, los amigos y todo lo que le rodea.   

El que está feliz internamente y se siente bien, está claro que lo notamos todos. Eso es la belleza interior.

Estas personas se ven bien sin necesidad de maquillaje; ni ropas caras, en cambio, a menudo, por más que puedas maquillarte o esconderte detrás de unas gafas de sol, de una ropa cara o intentes forzar una sonrisa, todo el mundo se da cuenta de que no estás bien ya que la salud y el estado de ánimo no se pueden ocultar. Dicen que la cara es el espejo del alma y así es.

La gente se gasta verdaderas fortunas en operaciones de cirugía estética, en ropas disparatadamente caras, en estilistas, en accesorios, etc.. ¿Por qué?
Porque pensamos que todos nuestros problemas personales se resolverían si fuésemos los más guapos del planeta y resulta que vemos aquellas personas que admiramos por su físico (modelos, artistas, actores, etc..) y tienen las mismas venturas y desventuras que nosotros.
Imaginemos una preciosa fachada de una casa o la portada hermosa de un libro: visualmente, cualquiera de estas dos cosas se nos pueden antojar y atraer. Si nos dejamos llevar por el antojo primero, y decidimos, entra a la casa de fachada bella, pero resulta que al entrar nos sentimos en un ambiente poco cálido, quizá desordenado y con mal aspecto, verdaderamente no hallariamos nada interesante y no tardariamos mucho en salir. Lo mismo pasa con el libro, puede que el titulo o la portada nos llame la atención, pero si al abrirlo tiene conceptos o ideas confusas o complicadas y no nos aporta algo nuevo ni nos lleva a algo que nos toque el corazón, entonces lo dejaremos ahí.

Si observamos, la belleza física puede ser llamativa y ciertamente muy atractiva, pero eso no significa que por dentro de ese personaje encontremos algo realmente bello.
Muchas veces, el adorno o maquillaje exagerado, o las posturas artificiales podrían  significar que quizá la persona se siente insegura y poco a atractiva, por lo que necesita compensar esta sensación de ”ausencia de belleza“ con arreglos y adornos de todo tipo. Cabe acentuar nuevamente que no se intenta decir que una persona que se arregla no se siente bella ni segura, no, sino que la belleza enfocada nada más en lo exterior es lo que provoca, de alguna forma, poca belleza, a pesar de que el “envase” este “muy bueno“.
Arreglarse, asearse, perfumarse y sentirse bien y cómodo con uno mismo, es sin duda parte de la belleza interior. Sin embargo, no se necesita gastar cantidades exageradas de dinero ni tiempo en tratamientos costosos para encajonar en los estereotipos de belleza de hoy en dia, más valdría, para empezar a ser realmente bellos y atractivos, comenzar a desarrollar ciertas cualidades como las que se mencionan a continuación:

Ser bello interiormente significa, principalmente, que uno se acepta como es y que no espera ser de determinadas formas para ser aceptado, que tiene consciencia de si mismo y se siente seguro de lo que es.
Una persona bella interiormente tiene la habilidad de ser encantador con los demás, no impone sino invita, no juzga sino entiende la libertad que tienen los demás de poder elegir ser lo que son y pensar lo que desean.
Una persona bella tiene un sentido del humor elegante, es espontánea, sus bromas no son para caer bien, sino que provienen de una creatividad asociada con su particular modo de ver y sentir la vida.
Una persona bella es ligera de juicio, acepta y se aventura en la mente de las otras personas como si fuesen alguien único, por lo que desarrollan un fascinante entendimiento con ellas.
Una persona bella es consciente de las necesidades de los demás y trata de ayudarles a medida de lo posible.
Una persona bella sonríe con sencillez, sabe decir que no sin desesperarse o enfadarse, lo dice con firmeza pero suavemente, sabe poner límites con amor.
Una persona bella sabe lo que le molesta a ella y a los demás y trata de evitarlo, siempre teniendo en cuenta que cuando hace algo por los demás es como hacerlo para ella misma.

Desde aquí os invito, por supuesto, a cuidar y mimar vuestro cuerpo pero por otro motivo y es que es el único que tenemos y hemos de estarle agradecidos ya que es el que nos permite disfrutar de la vida.
Cuidémonos también por dentro, nuestros hábitos y sanemos nuestras emociones, nuestra relación con los demás..., y seguro que nos sentiremos mucho mejor ya que somos únicos e irrepetibles que es lo que en verdad somos..