La tensión que provoca en los ojos cuando se vé la televisión, cuando se está frente al monitor del PC, cuando se lee en exceso o están fijos en actividades como coser o pintar, le van restando poco a poco flexibilidad a los músculos oculares.Para conservar nuestra vista sana, hay que aprender a relajar los ojos y fortalecerlos, así los nervios y los músculos de nuestros ojos se pueden mantener flexibles. La falta de relajación y, sobre todo, el no saber fijar la vista ni hacerlo con demasiada frecuencia es el motivo principal del uso de anteojos y problemas como miopía y astigmatismo. Afortunadamente, para evitar estos padecimientos no es necesario dejar de hacer las actividades que se hacen, siempre considerando que se hagan con su debida moderación. Lo que si hay que hacer, y practicarlo como una rutina diaria, son ejercicios de circulación, relajación y fijación ocular. Antes de comenzar dicha rutina, es necesario hacer una rotación del cuello hacia ambos lados para relajar los músculos de la cabeza y la cara. De preferencia, hay que realizar estos ejercicios en un jardín o en algún lugar donde nos dé el sol.
Ejercicio de fortalecimiento ocular: Ponerse de pie y con la espalda derecha. Aflojar el cuello y el cuero cabelludo. Ahora, colocar cada uno de los dedos índice juntos, frente a los ojos y luego alejarlos unos 15 centímetros. Después, separarlos hacia ambos lados y mirarlos alternativamente sin mover la cabeza y el mentón.Eliminar la tensión ocular: Mirar el sol, pestañeando rápidamente mientras se mueve la cabeza de izquierda a derecha. Realizar esto por unos minutos, Frota las palmas de las manos simultáneamente hasta que estas empiecen a despedir calor. Una vez que se sienta calor, poner las palmas como un cuenco sobre cada ojo respectivamente. Dentro de ese cuenco hecho por sus palmas, abrir los ojos y verificar que no entra luz por ningún orificio. Cerrar los ojos y compruebar que no haya tensión ni en el cuello, ni la cabeza ni la cara u hombros. Hacer esto varias veces al día.
Para la vista aguda: Colocar el dedo índice frente a los ojos., más o menos a un centímetro o dos de distancia. Ahora elegir un objeto a distancia, el más pequeño que alcance a mirar desde donde se esta, de preferencia, realice este ejercicio desde una ventana donde se pueda ver una panorámica. Ahora, mirar la punta de su dedo índice y una vez que este bien enfocado, cambiar rápidamente la vista hacia el objeto lejano elegido. Repetir esto unas 30 veces, pasando la vista del objeto lejano a la punta del dedo.
Activar el nervio óptico: Colocar un dedo sobre la punta de la nariz y el otro más alejado, alineando los dos en línea recta y a una distancia que quede cómoda a la vista. Ahora pasar la mirada del dedo de la punta al otro rápidamente. Se recomienda aumentar las repeticiones en forma paulatina, para no forzar la vista excesivamente. Al principio, inicio con 30 segundos de repeticiones y dejar descansar al ojo.
Ejercicio de relajación en la tabla inclinada: Este ejercicio ayudará a relajarse y a aumentar la circulación a sus ojos. Acostarse en la tabla inclinada y cerrar los ojos. Comprobar que no estén tenso el cuello ni los hombros y observe si la cabeza o cuero cabelludo están tensos. Ahora, mover los ojos de un lado al otro suavemente sin abrirlos. Realizar por 30 seg. y dejar descansar. Aprovechar el momento en la tabla inclinada para respirar hondamente y liberar tensiones en todo el cuerpo.
Parpadear varias veces seguidas durante el día contribuye a mantener los ojos húmedos y aumenta la elasticidad de los músculos.
Además de estos ejercicios, se recomienda consumir vitaminas A y C. Incluir en la dieta zanahorias, verduras frescas y vegetales de hojas verde oscuras. El polen, la miel de abeja y los cítricos refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a combatir infecciones.
La mezcla de plantas es una práctica que se utiliza ya sea para obtener sabores particulares y más agradables, o también para asociar las propiedades medicinales de ciertas hierbas. 
Al igual que sucede con todas las infusiones, la calidad y el aspecto de una taza de hierbas se verá afectada por el agua utilizada.
Los amantes de las infusiones y tisanas no las endulzan, para poder saborear la hierba original, pero hay quienes prefieren endulzarla ligeramente con azúcar, aunque es preferible hacerlo con miel, por sus propiedades nutricionales y medicinales.